Domus Cáliz

por si alguna vez no fuese posible vivir en otro lugar

6/3/08


Pocos libros como “La mano gloriosa y otros cuentos”, de Marcel Schwob, cumplen tan magníficamente los diversos aforismos que vienen a ensalzar lo breve, y hacen de los volúmenes pequeños el lugar donde pueden esconderse las mayores sorpresas. Editado por la Universidad de México en una edición exquisita, esconde en sus humildes dimensiones, recetas inagotables para saciar el apetito de golosos lectores.
Sólo Shwob, dueño de un universo tan extraordinario de personajes, acontecimientos y ambientes, sólo el inventor del género de las vidas imaginarias, podía componer una obra delirante pero al tiempo reveladora. Sólo alguien que, como Schwob, poseía una singularidad tan acendrada que evitaba pasar delante de los espejos para no multiplicar su esencia; alguien tan convencido del poder de la invención que eligió su propio nombre, alguien que comprendió que cualquier relato destinado a quedar en la memoria de los hombres debe dar vida a una leyenda, un creador, un monstruo.

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